Un equipo de biólogos fue testigo de cómo una mantarraya gigante fue liberada en Camboya. Con aproximadamente 300 kilos, el pez fue liberado en el río Mekong y tan pronto como fue colocado en el agua, éste salió nadando tranquilamente hacia la libertad.
Sin embargo, esto no fue lo único que llamó la atención de los expertos; ya que días después confirmaron que dicho ejemplar era el más grande hasta ahora de la Urogymnus polylepis, una de las especies de mantarrayas gigantes que habitan en Asia y Oceanía.
De acuerdo con un artículo publicado en The New York Times, las mantarrayas asiáticas gigantes no representan una amenaza para los seres humanos, esto a pesar de contar con una púa altamente venenosa.
Y es que en realidad, son animales apacibles, a tal grado de que los pescadores camboyanos los consideran como una fuente de proteína barata. Por este motivo, varios platillos locales están basados en carne de mantarraya gigante.
Volviendo al tema de la liberación, dada la cercanía que los pescadores tienen con la especie, cuando se avistó a este ejemplar gigantesco, la comunidad alertó al doctor en biología Zeb Hogan, quien por décadas ha estado en la búsqueda del pez de agua dulce más grande del mundo.
Fue entonces que el especialista decidió intervenir de lleno en el rescate con la ayuda de su equipo de investigadores pertenecientes al proyecto Wonders of the Mekong.
Antes de la liberación, los expertos aprovecharon para pesar al ejemplar, encontrado en las costas de la isla fluvial de Koh Preah, utilizando tres básculas industriales.
“El hecho de que el pez de agua dulce más grande del mundo haya sido capturado en el Mekong es algo notable…Esta es una región densamente poblada, y actualmente el río enfrenta muchos desafíos”, señaló Hogan.
Tras varios análisis, el equipo determinó que la mantarraya hembra medía casi 4 metros de largo y pesaba más de 300 kilos. Pero eso no es todo, pues con base en la información de los pescadores locales, puede que otros animales de dimensiones similares habitan en las profundidades del Río Mekong.
Por esta razón, Hogan y sus colegas piensan que entre estas aguas dulces podría encontrarse un “punto importante de cría” para la Urogymnus polylepis.