El hurón de patas negras (Mustela nigripes) es una de las especies más amenazadas en el continente americano; incluso, dos veces distintas, una en los años setenta y otra en los años noventa, fue considerada oficialmente extinta. Sin embargo, parece que el futuro de estos tiernos mamíferos tendrá un final feliz.
Resulta que un centro de conservación ubicado en Phoenix, Arizona, informó que dentro de sus instalaciones nació la camada más grande de estos animales en las últimas dos décadas. En total, están cuidando a 27 nuevas crías de hurones de patas negras, lo que equivale a un aumento de su población mundial de casi el 8%.
Para darse una idea de lo que significa esta noticia, hasta hace apenas unos meses, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) estimaba que únicamente existían 370 hurones de patas negras en el mundo.
Según un comunicado, el centro de conservación está cuidando de las crías a través de unas cajas especialmente diseñadas, donde las tienen distribuidas en grupos de seis.
“Cuando crezcan, muchos de ellos irán a centros de liberación y algunos otros se quedarán aquí para seguir participando en programas de crianza”, explicaron al mismo tiempo que, en modo de celebración, lanzaran un concurso masivo para ponerles nombre.
Cabe mencionar que, aunque por ahora se ha logrado bastante en torno a la recuperación del hurón de patas negras, la pérdida del hábitat y las enfermedades siguen siendo sus mayores amenazas. Y es que los pastizales donde naturalmente habitaban han ido desapareciendo conforme el paso de los años; por si fuera poco, estos animales también han sido víctimas de algunas pestes históricas que acabaron con gran parte de su población.