El gerenuc (Litocranius walleri) es un mamífero que habita en la sabana africana, el cual es apodado por muchos como la “gacela jirafa”, pues posee un cuello más largo a comparación de sus similares.
Su nombre proviene de la palabra somalí “garanuug”, que en su traducción al español significa “cuello de jirafa”. Este animal fue descrito en 1879 por Victor Brooke, quien lo bautizó como Gazela walleri, a petición de su buen amigo Gerald Waller.
Un gerenuc promedio se caracteriza por presentar una cabeza plana y pequeña, acompañada de orejas grandes y largas. También tiene un amplio anillo blanco alrededor de sus ojos y unas glándulas preorbitales color negro.
Cabe mencionar que los ejemplares machos traen consigo una gran cornamenta anillada y su cuerpo se encuentra cubierto por una franja marrón oscuro, la cual se extiende desde las orejas.
En la sabana africana, estos seres son catalogados como exploradores reconocidos. Su lengua larga y puntiaguda, así como labios móviles, les permiten alimentarse de arbustos y árboles espinosos. Al tiempo, con sus patas delanteras, se auxilian para sostener ramas y comer hojas.
Un dato curioso sobre las “gacelas jirafas” es que no toman agua, ya que satisfacen esta necesidad con la alimentación. No obstante, algunos cuidadores en cautiverio reportan que las hembras pueden llegar a beber la orina de su pareja días después de dar a luz.
Al igual que muchos otros especímenes del reino animal, hoy día el gerenuc está amenazado por actividades del hombre, tales como la caza comercial para la obtención de carne y piel. De igual manera, resulta perjudicado por la fragmentación de su hábitat, el pastoreo del ganado y la deforestación.