Mucho antes de que los dinosaurios habitaran la Tierra, el supercontinente conocido como Pangea era ocupado por antepasados de los mamíferos modernos. Uno de ellos fue un animal parecido a un lagarto con cuerpo gordo, cabeza pequeña y un estilo de vida similar a la de los hipopótamos.
Hablamos del Lalieudorhynchus gandi, una nueva especie descubierta que vivió hace aproximadamente unos 265 millones de años, de acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista Paleo Vertebrata.
El artículo detalla que una serie de fósiles descubiertos en Francia en 2001 permitieron conocer más sobre este animal anfibio que, en promedio, llegaba a medir hasta 4 metros de largo.
Dicho hallazgo, encabezado por el paleontólogo Jorg Schneider y el profesor de la Universidad de Freiberg, Frank Korner, se dio en el lecho de un arroyo rocoso en la cuenca de Lodéve. Ahí, los expertos recuperaron dos costillas de 60 centímetros, un fémur de 35 centímetros y un omóplato de 50 centímetros.
Por su estado de conservación, estas partes del esqueleto fueron más que suficientes para que los especielistas dedujeran que se trataba de una criatura perteneciente a los caseidos, una extinta familia de sinápsidos, la cual estaba ampliamente extendida antes de la era de los dinosaurios.
Como mencionamos al principio, el Lalieudorhynchus gandi guardaba una gran relación con los hipopótamos gracias a sus habilidades semiacuáticas.
Y es que la estructura de sus huesos era esponjosa y flexible, lo que llevó a Schneider y Korner a deduicr que, probablemente, esta especie pudo haber requerido de inmersión en el agua por su peso corporal.
“Los huesos esponjosos pueden implicar un estilo de vida de buceo en algunos anfibios y reptiles marinos. Nuestro nuevo caseido nadaría mejor, mientras que los hipopótamos caminan más cerca del suelo”, explica Schneider.
Por último, los paleontólogos aseguran que la baja navegación de los caseidos es similar a la de los hipopótamos actuales. Tomando en cuenta esta situación, creen que esta especie en específico habría inventado una característica que los hipopótamos replicaron miles de años más tarde.