Durante muchos años, el marfil se convirtió en la principal moneda clandestina para financiar las guerras en África. Como consecuencia, miles de elefantes murieron en crueles matanzas que tenían un solo objetivo: arrebatarles los colmillos para venderlos al mejor postor.
Según estudios, al menos 30 mil elefantes africanos fueron masacrados año con año, pero sólo entre 2010 y 2012, poco más de cien mil ejemplares murieron cruelmente.
Pero parece que la evolución ya está haciendo su trabajo para preservar a la especie.
Resulta que desde hace algún tiempo, el Parque Nacional de Gorongosa, ubicado en Mozambique, ha reportado el nacimiento de cientos de elefantes hembras sin colmillos, los cuales resutan fundamentales para la vida de estos animales.
¿La razón? De acuerdo con un artículo de la revista Science, los genes provocaron la evolución de los elefantes sin colmillos como respuesta a la caza furtiva.
Dicha investigación encabezada por la Universidad de Princeton (Estados Unidos) encontró dos genes asociados con el desarrollo de los dientes en los paquidermos, uno de ellos conectado al cromosoma X. Por lo que esta nueva característica es, por ahora, exclusiva de los ejemplares hembra.
Gracias al uso de modelos numéricos simulados y análisis estadísticos, los investigadores encontraron que una elefante hembra sin colmillos tiene 5 veces más probabilidades de sobrevivir durante la guerra, que una con colmillos.