Hace poco más de 3 décadas, el demonio de Tasmania desapareció casi por completo de Australia. Gracias a diversos esfuerzos de conservación, la especie poco a poco ha repuntado.
Con el objetivo de asegurar la persistencia de estos marsupiales, un grupo de biólogos decidió que será conveniente introducirlos en una reserva de la biosfera del sur, donde había grandes posibilidades de que formarán hogares sanos y salvos; sin embargo, los expertos nunca se imaginaron que esta situación provocaría una exterminación de miles de pingüinos.
Así lo dio a conocer la organización de protección de aves BirdLife Tasmania, quienes revelaron la terrible cifra mientras realizaban un censo de las especies que habitan la isla María, un área natural protegida ubicada en Australia.
Resulta que la integración de los demonios de Tasmania cobró grandes facturas. Y es que se estima que al menos 6 mil pingüinos azules pequeños (Eudyptula minor) perdieron la vida a manos de estos marsupiales, quienes gozan de una reputación de ser animales sumamente agresivos.
No obstante, los expertos de la organización señalan que esta situación no fue culpa de los demonios de Tasmania, debido a que ellos únicamente obedecieron a un instinto de supervivencia, que resultó en la exterminación de la mayoría de la población total de los pingüinos en la isla. Por el contrario, los biólogos junto con los funcionarios que tomaron la decisión de introducirlos ahí, deben cargar con toda la responsabilidad.
El doctor Eric Woehler, coordinador de BirdLife Tasmania, explica que este tipo de decisiones irresponsables provocan impactos catastróficos en la conservación de las especies. “Cada vez que los seres humanos han introducido deliberada o accidentalmente mamíferos dentro de islas oceánicas, siempre ha habido el mismo resultado…un impacto catastrófico en una o más especies de aves”.
Cabe señalar que esta no es la primera vez que, tanto en Australia como en Nueva Zelanda, los esfuerzos serios de conservación animal se ven frustrados por este tipo de iniciativas, siendo este caso uno de los más icónicos y terribles durante los últimos años.