El 18 de agosto fue declarado por la Cámara de Senadores como el Día Nacional de las Abejas en México debido a su importancia ambiental, social y hasta económica. Por si no lo sabías, estos insectos resultan indispensables para conservar la biodiversidad y son una parte fundamental del mantenimiento ecológico en todo el mundo.
Hoy en día, existen numerosos estudios sobre las abejas y su importancia, así como de su capacidad cognitiva y de organización del panal. Pero…¿sabías que las abejas son capaces de sumar y restar?
El Departamento de Fisiología de Monash University, en Australia, publicó un nuevo estudio en la revista Science Advanced sobre la cognición numérica en las abejas que les permite sumar y restar. Cabe aclarar que la investigación no habla sobre una academia de matemáticas para abejas o insectos resolviendo ecuaciones, sino de un entendimiento de los números a nivel básico para la realización de tareas esenciales como buscar comida u organizar recursos.
Para demostrar dicha capacidad, los investigadores aplicaron un experimento. El trabajo se realizó utilizando abejas silvestres, llamadas de vuelo libre y con comederos cercanos al lugar del experimiento para que se acercaran a menudo.
Un total de 14 abejas participaron en el experimento, mismas que fueron entrenadas para identificar el color azul y amarillo como representación simbólica de la suma; azul para la suma y amarillo para la resta.
A grandes rasgos, estos insectos entraban en un laberinto en forma de Y. En la entrada había una placa con figuras geométricas como cuadrados o círculos que las estimulaban. Si iban a sumar se usaba la placa azul que se colocaba en la entrada del laberinto junto con un orificio para entrar a la cámara que representaba la decisión.
La placa tenía entonces dos figuras. Dentro de la cámara había otras dos, cada una con una placa similar al de la entrada, solo que en una había una figura y en la otra tres. Como el objetivo consistía en sumar un punto al conjunto de la placa de la entrada, la respuesta correcta era elegir la placa entre tres figuras. Si la abeja en cuestión elegía esa, obtendría una gota de solución azucarada. No obstante, si elegía la equivocada, la gota era de quinina, un sabor bastante feo.
Este mismo proceso sucedió con la resta. En la entrada había una placa amarilla con tres figuras y dentro de la cámara se encontraba una placa con dos figuras y otra con tres.
De acuerdo con los investigadores, el experimento se repitió 100 veces y los aciertos fueron más del 800%. Por si fuera poco, se aplicó la misma prueba pero sin premio ni castigo, solo con gotas de agua. En éste se demostró que las abejas pudieron aplicar lo aprendido pero ahora en distintos escenarios.