Investigadores de la Universidad de Curtin, en Australia, descubrieron una nueva especie de abeja endémica en los matorrales de la ciudad de Perth.
No obstante, lo que más llamó la atención sobre este hallazgo es que la denominada Leioproctus zephyr cuenta con una parte sobresaliente de su cara parecida al hocico de un perro. De hecho, gracias a esta característica, el doctor y líder de la investigación, Kit Prendergast, decidió nombrarla en honor a su mascota llamada “Zephyr”.
“Cuando examiné por primera vez los especímenes que recolecté durante mis encuestas de doctorado para descubrir la biodiversidad de las abejas endémicas en las regiones urbanizadas del suroeste de Australia Occidental, me intrigó instantáneamente la cara muy inusual de esa abeja”, comentó el especialista en un comunicado.
“Al momento de identificarlo, encontré que no coincidía con ninguna especie descrita, y estaba seguro de que si era un espécimen conocido, sería bastante fácil de distinguir dado lo inusual de su apariencia”, aseguró.
Según el artículo publicado a mediados de esta semana, la abeja Leioproctus zephyr tiene una distribución muy restringida, ya que, hasta la fecha, sólo habita en siete lugares en el suroeste del país oceánico.