En los bosques neotropicales de Panamá, un grupo de investigadores hizo un hallazgo único: una abeja con cuerpo mitad macho, mitad hembra.
En términos generales, los animales tienden al dimorfismo sexual, esto es machos con gametos pequeños, y hembras con gametos grandes, que son necesarios para la reproducción sexual. Sin embargo, de vez en cuando, la naturaleza produce organismos con una combinación de ambos sexos, divididos exactamente por la mitad del cuerpo.
Esta condición se conoce como ginendromorfismo, y los científicos acaban de encontrar al primer individuo ginendromórfico conocido de su especie en una abeja nocturna nativa de América Central y del Sur, la Megalopta amoenae.
¿CÓMO ES FISIOLÓGICAMENTE ESTA ABEJA?
En su lado izquierdo, la abeja es fisiológicamente macho: posee una mandíbula pequeña y delicada, una antena larga y una pata trasera delgada y con menos cerdas. Por el lado derecho, muestra características femeninas: una antena más corta, una mandíbula dentada pronunciada y una pata trasera gruesa y peluda.
ES UN FENÓMENO CONOCIDO
Se han encontrado ginendromorfos en al menos 140 especies de abejas, así como en mariposas, aves y crustáceos (pero prácticamente desconocidos en mamíferos).
"Encontrar el M. amoena fue como ganar oro o la lotería darwiniana", dijo en un comunicado Erin Krichilsky, estudiante de la Universidad de Cornell y autora principal del estudio. Los investigadores también analizaron el ritmo circadiano de esta abeja, es decir, el reloj interno que coordina los tiempos de alimentación, con la esperanza de descubrir cómo el ginendromorfismo podría afectar el comportamiento de un animal. Reveló que la actividad alimentaria del ginendromorfo comenzó más temprano en el día, en comparación con las abejas machos y hembras, y que sus períodos más ocupados se alinearon estrechamente con el comportamiento de las hembras, lo que sugiere que el comportamiento de búsqueda de alimento de esta especie está íntimamente asociado con el lado derecho del cerebro.