Esta semana, “Tyrone”, un caballo de tiro irlandés, culminó su carrera en la familia real británica tras servir un total de 14 años.
El último acto de este equino color blanco tuvo lugar durante la visita de estado del presidente francés Emmanuel Macron, donde tiró de los carruajes que transportaban al rey Carlos III y a la reina consorte Camila.
De esta manera, con 19 años de edad, “Tyrone” dejó atrás los arneses para pasar el resto de su vida en el santuario para caballos jubilados Horse Trust of Buckinghamshire, en el cual ya habitan su padre “Storm” y su hermana “Meg”.
“Todo el mundo quiere a `Tyrone´. Es un animal totalmente fiable y muy trabajador, por lo que realmente merece su retiro”, declaró para medios locales Toby Browne, coronel ayudante de caballería de la corona.
La contribución de los caballos a la historia y cultura británica se remonta a tiempos antiguos y destaca por su protagonismo en momentos clave. Actualmente, esta especie sigue siendo parte esencial de la vida en Reino Unido, sobretodo en el ámbito de la nobleza y el deporte.