Luego de que hace un par de semanas Wimbledon, prestigioso campeonato de tenis, concluyera con las históricas victorias del italiano Jannik Sinner y la polaca Iga Swiatek, se dio a conocer que más de 50 mil pelotas tendrán una nueva función más allá de las canchas.
Gracias a una iniciativa impulsada por la Fundación Wimbledon, dichas pelotas de tenis serán donadas y transformadas en hogares para pequeños ratones de campo, ofreciéndoles así un hábitat seguro y protegido.
Para quienes no lo sepan, esta especie de roedor es la más pequeña de Europa, pues su tamaño se asemeja al de una nuez. Un ejemplar promedio suele medir entre 5.5 y 7.5 centímetros de largo, pesan alrededor de 7 gramos y cuentan con una cola prensil que usan como mano.
Según expertos, su hábitat ideal son los arrozales y la campiña británica, ya que les gusta vivir cerca de lugares donde puedan encontrar sus alimentos favoritos: semillas e insectos.
Volviendo al tema de las pelotas, sus características resultan similares a los nidos de los ratones de campo, los cuales son esféricos con hojas y briznas de hierba. Por tal motivo, estos objetos se vuelven tan apropiados para convertirse en madrigueras lo suficientemente grandes como para albergar hasta 10 individuos y resguardarlos del agua, la humedad e incluso uno que otro depredador.