La temperatura media de las principales ciudades italianas es cada vez más alta. Sin embargo, a comparación de sus otras grandes urbes, en las últimos viente años, Roma registró un aumento de 2 grados centígrados debido a factores como la urbanización y el cambio climático.
De acuerdo con el Istituto Nazionale di Statistica (Instituto Nacional de Estadística), en 2022 la temperatura media de la capital es de 15.8 grados centígrados, un aumento de 2.2 grados respecto al periodo entre 1971, cuando se comenzaron a registrar datos climatológicos, y el año 2000, cuando la media era de 13.6 grados.
Las principales causas de esta alza en la temperatura romana son el cambio climático y los procesos de urbanización, los cuales ejercen una gran presión sobre el medio ambiente. Por si fuera poco, esta situación se ha visto agravada por el descenso de las precipitaciones; ejemplo de ello es que 2020 fue el año menos lluvioso de las recientes dos décadas, con una precipitación total de 661 milímetros.
“Los efectos del cambio climático pueden intensificar estas presiones y aumentar la vulnerabilidad de las ciudades italianas, lo que supone un reto para que las urbes consideren acciones de adaptación y mitigación con el objetivo de aumentar la resiliencia”, explicó el Instituto mediante un comunicado.