“Basados en tres formas de evidencia (biogeografía, morfología y datos moleculares), estamos seguros de que se trata de una nueva especie de lagartija, la cual es endémica de Chiapas”, declaró Adam Clause, uno de los involucrados en el proyecto.
Se trata de la Liolaemus kulinko, cuyo nombre proviene de la lengua mapuche y significa “Aguada”, esto en alusión a Aguada Pichana del Bajo de Añelo, provincia de Neuquén, Argentina, donde tuvo lugar el increíble hallazgo, que para la Patagonia representa un gran hito, pues se trata de otro endemismo en la región.
Denominada como Proctoporus titants, esta nueva especie de reptil se caracteriza por tener un color gris oscuro y la cola más larga que el cuerpo. Además, cuenta con escamas dorsales estriadas, así como escamas prefrontales.
Según el organismo, ambas especies pertenecen al género Proctoporus, un grupo de reptiles que habitualmente se distribuyen en los Andes de Argentina, Bolivia y Perú.
La nueva especie, denominada como Liolaemus warjantay, fue vista por primera vez en la puna altoandina, sobre los 4 mil 500 metros de altitud.
Se trata de la lagartija Enyalioides feiruzae, perteneciente a la familia Enyalioides, que actualmente posee 16 especies, de las cuales, la mitad fueron descubiertas en las últimas décadas dentro de lugares remotos en los andes tropicales de Perú y Ecuador.
La cuija es una lagartija que pertenece al grupo de los geckos de la familia de los Phyllodactylus sp
os científicos ofrecieron dos posibles explicaciones para esto: el estado de preservación de la antigua muestra y la capacidad del animal de variar su coloración.
