La inteligencia de los animales siempre se ha puesto a prueba con diferentes desafíos que los obliga a sacar lo mejor de sí mismos. Actualmente, los delfines y los chimpancés son catalogados como dos de las especies más inteligentes del reino animal, sin embargo, existen otras que poco a poco se les acercan.
Para prueba el siguiente refugio de animales ubicado en Nueva Zelanda, donde los encargados, además de cuidar y alimentar a los perritos rescatados, ¡les enseñan a manejar! Y no, no es broma.
De acuerdo con los dueños del lugar, a través de este complicado reto, buscan crear conciencia para que la gente aprecie que los animales en situación de calle merecen una segunda oportunidad, demostrando el gran valor e inteligencia que estos ejemplares poseen.
“Desde 2012, la casa de refugio tiene como objetivo rescatar a todos los perritos callejeros o que fueron abandonados por sus dueños en las calurosas calles de Nueva Zelanda. Aquí, además de alimentarlos, atenderlos clínicamente y darles un techo, también les enseñamos a manejar un automóvil de velocidades”, señala Chris Wood, uno de los trabajadores.
“Todo empieza con una serie de adiestramiento con botones, en donde se les enseña a los animales a interactuar con éstos, para después pasar a mover la palanca de velocidades. Una vez que aprenden los cambios, pasan al manejo del volante, donde son sentados en sillas con un volante y palanca, para que empiecen con la simulación”, explica.
Luego de aproximadamente siete semanas de entrenamiento, Wood detalla que los conocimientos adquiridos son puestos a prueba, sentando a los perritos en el lugar del piloto, siempre acompañados de un supervisor, y a través de comandos de voz como “A” de acelerar es que ellos entienden las órdenes que tiene que seguir para que el coche pueda empezar a moverse.
Como era de esperarse, este método ha llamado poderosamente la atención de propios y extraños. Incluso, hace un tiempo una cadena nacional de aquel país oceánico televisó una demostración para comprobar su efectividad, así como crear conciencia sobre todas aquellas personas que han abandonado a sus mascotas.