La domesticación es, quizá, uno de los procesos que más ha influido en nuestra forma de relacionarnos con el resto de la naturaleza. Su origen se remonta a más de 15 mil años y vino, en parte, motivado por la agricultura y la producción de alimentos.
Así, con el paso del tiempo, poco a poco se fueron creando otros vínculos con especies que pasaron a convertirse en fieles acompañantes de nosotros los seres humanos; por ejemplo, los perros y los gatos. Sin embargo, durante este camino, también hemos congeniado con animales que simplemente no son adaptables para dicho estilo de vida.
Si estás pensando en adoptar una mascota no convencional, a continuación te compartimos cuáles debes evitar siguiendo el consejo de los expertos. ¡Toma nota!
Monos
Según la asociación dedicada a la protección animal, Born Free USA, como personas no debemos permitir que nuestro parentesco nos confunda. Por ello, el cuidar de un mono no es lo mejor, pues aproximadamente a los dos años empiezan a mostrar un comportamiento impredecible; los machos, sobretodo, tienden a volverse agresivos y territoriales.
Felinos no domesticados
Leones, pumas, jaguares y tigres están muy alejados de ser animales de compañía. Es más, la única excepción de la clase la constituyen los gatos domésticos que todos conocemos.
Reptiles
Analizando la gran variedad de tipos de serpientes y lagartos que existen, la verdad es que los reptiles, en su mayoría, suponen un gran riesgo en manos de inexpertos.
Pese a que las serpientes suelen ser una mascota común, lo preferible es optar por otro animal, ya que, aún sin veneno, todavía conservan su lado salvaje y pueden ocasonar lesiones importantes, además de estrangulamiento.