Un amistad poco usual entre una cisne y un cartero retirado ha perdurado por más de tres décadas en Turquía.
Recep Mirzan conoció a la cisne "Garip" hace 37 años mientras tomaba un atajo en su auto. Cuando se percató de que tenía un ala rota, la resguardó en su vehículo para protegerla de los depredadores.
"Ya que amo a los animales, me dije a mí mismo que debería llevarla a casa en lugar de dejarla como presa para los zorros", recuerda el turco.
Por la tarde, pudo llevar al ave a su granja, ubicada en la región de Karaagac, en la frontera con Grecia.
Una vez que el ala de "Garip" sanó, la cisne se quedó con Mirzan, a quien acompaña cuando realiza sus quehaceres y en sus paseos nocturnos. También entabló amistad con los gatos y perros de la zona.
"Nos acostumbramos el uno al otro. Nunca nos separamos", comenta el hombre viudo de 63 años, quien considera al animal como su hija.
Aunque Mirzan nombró "Garip" al ave porque es un término que se utiliza para describir a quienes tienen mala suerte, la cisne ha superado la esperanza de vida de su especie. En libertad, viven 12 años en promedio, según la organización Swan Sanctuary del Reino Unido.