Seguramente, en más de una ocasión caminando por las calles te has encontrado con perros que guardan cierto parecido con sus dueños. Incluso, es probable que buscando en internet descubras varias imágenes que comprueben la veracidad de este curioso fenómeno.
Y es que, aunque cueste creerlo, este tema ha sido objeto de debate entre la comunidad científica, a tal punto de que existen hipótesis para explicarlo.
“Aunque no se trate de un fenómeno universal entre dueños y perros, hay indicios de que los ejemplares de raza pura y sus propietarios tienden a parecerse en cierto grado”, declaró a la revista Live Science Katrina Holland, investigadora del equipo de comportamiento humano de Dogs Trust, una organización benéfica del Reino Unido.
En efecto, por ningún motivo se establece que esto sea una clase de ley natural que no acepta excepciones. Es más, la mayoría de los casos probablemente no cuadren con la situación, pero también es real que aquellos que nos interesan sí existen y no son pocos.
Ejemplo de ello es que estudios publicados sobre este tema han puesto a prueba a sujetos en el emparejamiento de fotografías de perros de raza pura con otras de sus dueños. A partir de las similitudes, se han relacionado de manera exitosa las parejas de seres humanos y canes.
Según recopila Live Science, en 2004 un trabajo de investigación demostró que la gente elige mascotas que se parecen a ellos desde el principio. Es decir, sin importar el tiempo que llevan juntos, esta circunstancia entre perros y tutores puede presentarse al momento de mostrar una preferencia por un animal doméstico.
De igual manera, la misma fuente citó una hipótesis que explica que las personas tendemos a buscar otras parecidas físicamente a nosotros, incluida la pareja sentimental. En ese sentido, diferentes expertos creen que lo anterior se replica con nuestros ejemplares de compañía.
“Los resultados de un estudio reciente indican que los perros y sus dueños se parecen en las cinco grandes dimensiones de la personalidad: extraversión, amabilidad, apertura, conciencia y neuroticismo”, afirmó Holland.
“Es verdad que todavía no hay una respuesta final. Sin embargo, las investigaciones relacionadas están tomando con seriedad el tema, buscando definir cuál es esa motivación oculta que nos lleva a ir tras lo que en su exterior, y en su interior, se parece a nosotros”, concluyó.