Contar con un kit de emergencia para mascotas es fundamental ante una eventualidad, como un incendio, un huracán o un sismo. La ausencia de una preparación adecuada pone en peligro a los animales de compañía, que pueden lesionarse, perderse o incluso algo peor, advierten los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Los tutores son responsables de elaborar un plan y armar un kit de emergencia para mantener a salvo sus compañeros durante un incidente, por lo que expertos ofrecen recomendaciones sobre cómo integrar uno de estos paquetes.
¿Qué debe contener un kit de emergencia?
Los especialistas recomiendan guardar los artículos en una bolsa o envase hermético y que sea a prueba de agua. Además, sugieren reemplazar los alimentos y agua del paquete cada seis meses, así como mantener actualizados los documentos y fotografías.
Alimento: comida no perecedera suficiente para tres días, por lo menos. Algunos especialistas sugieren que sea suficiente para dos semanas.
Agua: agua suficiente para tres días, por lo menos, aparte de la necesaria para las personas.
Medicamentos: dosis adicionales además de las que ocupa de manera habitual la mascota.
Documentos: registros médicos, historia clínica y cartilla de vacunación.
También pueden ocuparse copias de información de registro o de adopción.
Collar: en todo momento, la mascota debe usar un collar, correa o arnés, y una placa de identificación. Además, en el kit hay que llevar un repuesto de estos artículos.
Transportadora o jaula.
Artículos de higiene: en el caso de los gatos, una caja sanitaria y arena; en el caso de los perros, bolsas para excremento.
Información de contacto: teléfono de casa, de trabajo y celular del tutor, así como de una persona cercana que conozca a la mascota.
Fotografía: una fotografía de la mascota junto a su tutor o familia para ayudar a demostrar la tutoría del animal en caso de perderlo. Debe incluir información detallada de la especie, raza, edad, sexo, colo y características de la mascota.
Otros artículos: una cobija y un juguete pueden ayudar a reducir el estrés de la mascota.
Botiquín de primeros auxilios.
Material de curación: gasas, cinta adhesiva, algodón, tijeras, pinzas quirúrgicas, guantes de látex, cubrebocas y anteojos de seguridad.
Productos de salud: alcohol, solución salina, yodo blanco, timersal (también conocido como timerosal o merthiolate), solución antiséptica de clorhexidina, spray larvicida con Violeta de Genciana, ungüento o pomada antibiótica, y productos contra pulgas y garrapatas.