Aquellos que conozcan bien a los gatos domésticos saben que estos son bastante diversos en un rasgo específico: sus ojos. Esa mirada profunda, pero dotada de increíbles colores, es parte del encanto de estos animales de compañía que tanto nos maravillan y sorprenden.
Deseando saber más sobre esta característica, un grupo de científicos decidió investigar a fondo la evolución del color de los ojos de los gatos; sin embargo, ninguno de ellos imaginó descubrir algo tan importante.
Utilizando un modelo informático para predecir la evolución en el árbol genealógico de los felinos, los expertos liderados por Julius Tabin, de la Universidad de Harvard, encontraron que el antepasado de todos los gatos debió tener sólo dos variedades: ojos marrones o grises. Precisamente éste último es el que habría permitido la aparición de otras tonalidades en los ejemplares contemporáneos.
A través de un artículo publicado en la revista bioRxiv, el equipo explicó que la presencia de dos pigmentos, eumelamina y feomelanina, es lo que determina el color de ojos en un gato. Por ejemplo, los azules y verdes cuentan con niveles bajos de ambos, mientras que los marrones añaden más eumelanina.
Cabe mencionar que pese a lo anterior, los autores no pudieron hallar correlaciones destacables entre el color de los ojos y otras características físicas, comportamientos o hábitats, que servirían para explicar la variedad de colores en los ojos de los gatos.