El Sporothrix brasiliensis es un hongo de origen brasileño que reside en algunas partes del continente americano; sin embargo, lo que muchos no saben es que puede amenazar la vida de los gatos e incluso sus propietarios.
De hecho, en los últimos días se registró el primer caso de transmisión de este virus de un felino a un ser humano en Chile.
En ese sentido, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, explica que este hongo puede propagarse directamente de un animal infectado a través de una mordedura o rasguño.
El hongo brasileño, como también se le conoce, es el causante de una infección fúngica llamada esporotricosis, la cual afecta principalmente la piel, provocando un bulto rosado, rojo o púrpura, similar a la picadura de un mosquito, misma que aparece en la zona donde el hongo ingresó al organismo por primera ocasión.
“Los gatos infectados con esporotricosis presentan lesiones en la cara y, a menudo, alrededor de la nariz. Estas lesiones se desarrollan a partir de heridas que ocurren durante peleas con un espécimen infectado”, detalla el organismo.
“El tratamiento para los animales puede durar varios meses y en la mayoría de los casos su organismo no responde a los medicamentos, lo cual ocasiona que los efectos secundarios sean más frecuentes”, añade.
En el caso de las personas, el CDC señaló que la gran mayoría de las infecciones sólo afectan la piel, pero en otros más graves dañan el sistema nervioso central, los pulmones y articulaciones.