El río Sena, famoso por atravesar la capital francesa, será una de las sedes principales de los próximos Juegos Olímpicos de París 2024, a celebrarse del 26 de julio al 11 de agosto.
Los atletas que participen este año se convertirán en los primeros en volver a nadar en el río tras 100 años de prohibición, por lo que recuperar la calidad del agua se volvió una prioridad. Sin embargo, un nuevo análisis reveló que, a pocos meses del evento deportivo, las aguas están lejos de ser aptas para las competencias de natación.
En su reporte, la ONG Surfrider Foundation explicó que el alarmante resultado se dio a partir de mediciones y 14 muestras tomadas en los puentes Alexandre III y Alma desde septiembre de 2023, donde se llevarán a cabo las pruebas de triatlón, maratón de natación y paratriatlón. Aquí se encontraron altas concentraciones de Escherichia coli y enterococos, destacados indicadores de contaminación fecal.
Estos niveles, alertó, superan los límites legales establecidos para aguas de baño dulce, y de aprobarse expondría a los atletas a padecer gastroenteritis, conjuntivitis, otitis o dermatitis.
Bajo ese contexto, la organización decidió enviar una carta abierta a los organizadores de la justa olímpica, expresando su preocupación ante los riesgos que corren los atletas al nadar en agua contaminada.