En lo que ya es considerada la mayor acción judicial medioambiental en la historia de Reino Unido, más de 4 mil residentes y empresarios han demandado ante el Tribunal Superior a la compañía Welsh Water y dos productoras avícolas por contaminar los ríos Wye, Lugg y Usk.
La denuncia, gestionada por el despacho Leigh Day, señala a los acusados de verter desechos y aguas residuales a las corrientes situadas entre Inglaterra y Gales, degradando gravemente estos ecosistemas fluviales desde 2019.
En ese sentido, vecinos, empresarios turísticos y propietarios de fincas cercanas reclaman indeminizaciones millonarias por las pérdidas económicas de los últimos años, así como por el deterioro ambiental y las molestias provocadas derivadas de fuertes olores, insectos y ruidos.
“Este caso representa un esfuerzo extraordinario de las comunidades locales para proteger sus ríos. El tribunal escuchará a expertos sobre los daños ambientales y también podría ordenar medidas de restauración ecológica”, declaró el abogado Oliver Holland.