El calor extremo se está convirtiendo en uno de los mayores riesgos ocupacionales y tendrá efectos catastróficos para los trabajadores si no se toman medidas efectivas que mitiguen su impacto, alertó este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta situación fue revelada en el primer informe especializado elaborado durante los últimos 50 años, el cual contó con la colaboración de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y tomó en cuenta no sólo aspectos relacionados a la salud humana, sino también las consecuencias que provoca en la economía.
Los modelos de cálculo incluidos en el reporte indican que la productividad de los trabajadores cae entre un 2 y 3% por cada grado superior a los 20 grados Celsius, lo que debe comprenderse en el contexto de olas de calor cada vez más frecuentes y prolongadas en distintos rincones de nuestro planeta.
En ese sentido, expuso, 2 mil 400 millones de empleados, equivalente al 70% del total mundial, pueden sufrir las altas temperaturas durante sus jornadas laborales.
“Ha llegado el momento en el que las instituciones del Estado, el sector privado y los sindicatos se pongan de acuerdo en planes de respuesta a las olas de calor, y que la mejor manera de convencer a los empresarios para que apoyen los cambios necesarios es motrando el retorno en productividad”, precisó Rüdiger Krech, director de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
“Los gobiernos, por su parte, deben adoptar legislaciones que las condiciones de trabajo no representan riesgos para la salud”, agregó.