A nivel mundial, las mujeres son líderes en la protección del medio ambiente y la biodiversidad. Además, luchan para frenar los efectos de la crisis climática.
Inger Andersen, por ejemplo, es la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Desde Nairobi, Kenia, comanda las directrices ambientales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En 2019 asumió el cargo, luego de dejar el puesto de directora general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). La economista danesa es partidaria de quitar los subsidios a las empresas de combustibles fósiles, luchar contra la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y el tráfico de especies.
La directora adjunta del PNUMA, Joyce Msuya, es microbióloga de Tanzania y trabaja en políticas de desarrollo sostenible desde su cargo anterior en el Banco Mundial, donde se enfocó en salud, pobreza y desarrollo de proyectos.
El 25 de febrero, Ligia Noronha fue nombrada asistente de la Secretaría General de la ONU y jefa del PNUMA en Nueva York, Estados Unidos. Antes, la economista india desempeñó varios cargos en áreas de energía, productos químicos y eficiencia de recursos.
México también cuenta con representación en los altos cargos de la organización, pues Patricia Espinosa es la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que promovió la creación del Acuerdo de París.
Por otro lado, la secretaria ejecutiva de la Convención sobre la Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés) es Elizabeth Maruma Mrema, originaria de Tanzania.
Fuera de la ONU, la colombiana Ana María Hernández Salgar preside la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés).
En el mundo de las organizaciones no gubernamentales también destacan las mujeres: Jennifer Morgan es la directora de Greenpeace Internacional, Asunción Ruiz es la secretaria ejecutiva de SEO-BirdLife, y Maniana Panuncio-Feldman es la directora de Cooperación Climática Internacional del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
En cuanto a defensoras del medio ambiente, resalta la hondureña Berta Cáceres, quien fue asesinada hace cinco años por defender los recursos naturales del pueblo lenca. Su crimen continúa impune a pesar de los esfuerzos de su familia para encontrar a los culpables.
Nemonte Nenquimo, ecuatoriana defensora de la Amazonia, es otro ejemplo. Hace un año, ganó el premio Campeones de la Tierra del PNUMA y el Premio Goldman, considerado el Nobel de la defensa del medio ambiente.
Entre las activistas jóvenes se encuentra Greta Thunberg de Suecia, quien promovió el movimiento internacional Fridays For Future (FFF). Otras exponentes son la mexicana Pamela Escobar, la argentina Julieta Itzcovich, la chilena Angela Valenzuela, la brasileña Cássia Moraes y la estadounidense Alexandria Villaseñor.
En el periodismo ambiental, un ejemplo es Naomi Klein de Canadá, quien además de ser activista ha escrito algunos libros en los que critica al capitalismo, la globalización y las multinacionales.