Situada en el Caribe, la isla de Cuba está especialmente expuesta al calentamiento global; sin embargo, cuenta con un plan de larga duración para afrontarlo.
Así lo reveló un reciente documental titulado “Tarea vida de Cuba: combatiendo el cambio climático”, en el que se exponen los esfuerzos de este país ante el gran reto global del siglo XXI.
“La Tarea vida (nombre del plan) no es una ley más, es un nuevo paradigma de desarrollo”, asegura Helen Yaffe, productora británica del material audiovisual.
La también profesora de Historia económica y social en la Universidad de Glasgow explica que Cuba es responsable de apenas el 0.08% de las emisiones contaminantes globales; pero que, por su localización y geografía, sus habitantes están especialmente expuestos ante el cambio climático.
Ejemplo de ello es que, en los últimos años, los huracanes han aumentado en número y fuerza, las temperaturas se han elevado en un grado, las oscilaciones entre máximas y mínimas se han aplanado y las precipitaciones se han reducido.
Por si esto no fuera suficiente, también está el problema de la deforestación: el sistema colonial y la apuesta por la caña de azúcar redujeron el área boscosa del 95% precolonial al 14% en 1959. Actualmente, ronda el 30%.
Frente a estos riesgos provocados por el cambio climático, Cuba puso en marcha un programa a cien años que es único en el mundo.
“Cuba tiene una respuesta estatal a largo plazo que combina la asunción de la ciencia en leyes, soluciones naturales y nacionales, y la participación comunitaria”, afirma Yaffe.
¿En qué consiste? Según la experta, en primer lugar, el gobierno cubano tiene una “confianza absoluta” en la ciencia y que el país cuenta con una “increíble capacidad científica”.
En segundo, apunta que, como Cuba “no puede acceder prácticamente” a la financiación internacional, ha recurrido a “soluciones nacionales” en lugar de esperar capital exterior, ya sea del fondo verde de la ONU o de bancos multilaterales.
Por último, el tercer punto es la participación comunitaria y la descentralización de la iniciativa, que Yaffe contrapone a los planes en occidente, propuestos “desde arriba” y guiados por el beneficio.