La contaminación por emisiones de dióxido de azufre (SOx) en el transporte marítimo en la Unión Europea (UE) se redujo un 70% durante la última década gracias a la introducción de zonas de control llamadas SECA, ubicadas en el norte de aquel continente.
Así lo dieron a conocer esta semana la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) a través de su último Informe Medioambiental sobre el Transporte Marítimo Europeo, que fue presentado en Lisboa, Portugal, sede de la EMSA.
A comparación al primer estudio publicado en 2021, ambas agencias destacaron algunos avances obtenidos a lo largo de estos últimos cuatro años. Por ejemplo, además de la contaminación de SOx, disminuyó la cantidad de residuos marinos derivados de la pesca y la navegación; de igual manera, aumentó la notificación de descargas de residuos de los bosques y bajó el número de especies exóticas invasorias en los ecosistemas marinos europeos.
Sin embargo, no todas son buenas noticias, ya que si bien las emisiones de dióxido de azufre van a la baja, las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero hasta 80 veces más dañino para el clima que el dióxido de carbono en el corto plazo, han crecido recientemente y ahora representan el 26% de todas las emisiones del sector del transporte en la UE.