Reptiles, aves y felinos son las especies de mayor tráfico y comercialización en el mercado negro de especies exóticas en el Estado de México.
En el año 2018 se registró el aseguramiento en la entidad mexiquense de 387 animales de distintas especies, pero en los primeros cinco meses de lo que va de este año fueron decomisados 84 ejemplares, por lo que se estima que el tráfico de especies ha aumentado en 40%.
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De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa); las Iguanas, fauna exotica (tigres y leones) y pericos son las especies que más se trafican en el Estado de México.
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Personal del área de Recursos Naturales de la Profepa, refiere que esta actividad ilegal influye en el negocio, ya que en los últimos años se han dado cuenta de que la gente no deja de comprar y poseer ejemplares de vida silvestre, provocando la venta ilegal de las especies.
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Este delito, que va más allá del dinero, también provoca la alteración y trastorno de la vida silvestre de cada uno de los ejemplares traficados ilegalmente, ya que en la mayoría de los casos, estos animales son condenados a una vida de confinamiento inadecuado, maltrato y, sobre todo, a una mala alimentación, provocándoles desnutrición o problemas metabólicos que, después, les ocasionan la muerte. Estos animales también son lesionados conforme van creciendo, debido a la peligrosidad que pudiera representar; algunas personas les quitan las garras o colmillos para evitar que sean peligrosos, provocándoles severas lesiones.
El tráfico, compra y posesión ilegal de especies exóticas viola la ley general de vida silvestre de México, delito que se sanciona con multas que alcanzan hasta los 3.5 millones de pesos, y penas desde 9 años de prisión. Muchas de estas especies logran ser recuperadas y llevadas a zoológicos o unidades de manejo animal, donde reciben tratamientos para su recuperación.
Este comercio ilegal se basa en una red de tráfico organizada, donde existen diversos niveles de actuación y diferentes integrantes, cada uno de los cuales realiza actividades específicas que, en conjunto, forman toda una cadena. Esta especialización o división de trabajo comprende la extracción de los ejemplares de su hábitat natural, su acopio, transporte y distribución, y finalmente la venta.