Al menos 10 de las 16 sedes oficiales del Mundial de Fútbol 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, tienen un “riesgo muy alto” de experimentar condiciones de estrés térmico grave para los jugadores.
Esta es la conclusión a la que llegó un estudio liderado por investigadores polacos y publicado en la revista Scientific Reports, el cual advirtió que los estadios más propensos a sufrir esta situación son aquellos ubicados en Arlington y Houston (EE.UU), y en Monterrey.
Para ello, el equipo liderado por Marek Konefal, de la Universidad de Breslavia, utilizó datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, a fin de analizar las temperaturas en lugares cercanos a las sedes de la competencia.
A partir de esa información, los autores crearon un entorno de referencia que imitaba la temperatura, el viento y la humedad observados en cada una de las 16 ubicaciones para los promedios de los meses de junio y julio del 2026.
De esa manera, empleando el Índice Universal de Clima Térmico (UTCI), se tuvo en cuenta no sólo las condiciones ambientales, sino también los niveles de actividad, las velocidades de movimiento y las configuraciones de los uniformes para reflejar mejor el nivel de estrés térmico del futbolista durante el partido.
“Los datos analizados subrayan la necesidad de considerar seriamente las condiciones climáticas imperantes como uno de los factores más importantes que influirán en el rendimiento atlético durante el próximo Mundial de Fútbol 2026”, señaló Konefal.