La central nuclear Kashiwazaki-Kariwa (“KK”), considerada como la mayor de Japón y el resto del mundo, ya se encuentra preparando su reactivación empezando a cargar combustible, esto luego de que el regulador atómico japonés la aprobara tras la mejora de sus medidas antiterroristas.
Vale la pena recordar que la planta, con una capacidad de más de 8 mil megavatios (MW), había permanecido inoperativa desde el apagón nuclear ordenado por las autoridades locales, tras el desastre atómico de Fukushima acontecido en marzo de 2011, el cual provocó la revisión de los protocolos de seguridad de todas las plantas de aquel país asiático.
Sin embargo, en 2017, las unidades 6 y 7 de “KK” pasaron las revisiones para su reactivación, pero posteriormente se le ordenó a la operadora Tokyo Electric Power Company (TEPCO) permanecer inactiva debido a fallas en la seguridad contra ataques terroristas. Tiempo después, en diciembre de 2023, por fin se le dio el visto bueno a las medidas adoptadas y a partir de ese momento iniciaron los trámites necesarios para ponerlas en marcha.
Cabe mencionar que mientras se llevan a cabo los trabajos de carga del combustible, con duración de alrededor de dos semanas, la central será sometida a otras inspecciones, entre ellas la de los equipos de apagado de emergencia y refrigeración.
Gracias a su increíble capacidad, la planta de Kashiwazaki-Kariwa representa una pieza clave dentro del plan de suministro energético de TEPCO y va en línea con la estrategia promovida por el gobierno de impulsar las nucleares a fin de alcanzar los objetivos de reducción de emisiones.
Hoy día, Japón cuenta con 27 reactores nucleares apagados de forma permanente, así como otros 21 desactivados de manera temporal.