El gobierno de Honduras acaba de lanzar un plan de rescate para salvar el Lago de Yojoa, su mayor y única reserva natural de agua dulce, la cual se encuentra en peligro debido a la industria acuícola, actividades agrícolas y deforestación, entre otros daños ambientales.
Durante una ceremonia llevada a cabo en el Parque Arqueológico “Los Naranjos”, ubicado a unos 140 kilómetros de la capital Tegucigalpa, la presidenta Xiomara Castro ordenó la suspensión de licencias de operación ambiental, así como de acuicultura industrial de gran escala.
“Tenemos que rescatar al Lago de Yojoa, y ponerlo al servicio de la naturaleza, del medio ambiente y de los seres humanos”, expresó la mandataria.
“Aplicaremos lo que manda la Constitución, cancelando los permisos y conseciones ilegales que, a gran escala, están destruyendo el ecosistema del lago”, prometió.
El Lago de Yojoa, cuyo origen se le atribuye a una erupción volcánica, cuenta con una superficie de 89 kilómetros cuadrados y una profundidad de 16 metros.