Ante la propuesta de la Comisión Europea (CE) de incluir a la energía nuclear y la generación por gas natural en la tabla de clasificación de opciones verdes en el marco comunitario, organizaciones y grupos ecologistas la han calificado como un “desatino, error garrafal y lavado de imagen de industrias contaminantes”.
Entre los grupos ecologistas que rechazaron rontundamente esta iniciativa, con la que la CE pretende impulsar la transición hacia la neutralidad climática en 2050, se encuentran Greenpeace, Ecologistas en Acción, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y SEO/BirdLife.
“Es un desatino absolutamente contradictorio con el objetivo del reglamento de taxonomía que la CE plantee considerar la energía nuclear y el gas natural como energías verdes sostenibles”, declaró Carlos Bravo, responsable de energía y cambio climático de Greenpeace.
Y es que para el experto, que estas formas de energía se consideren “verdes” va en contra del reglamento europeo que pretende fijar las actividades económicas respetuosas con el clima y el medio ambiente.
Además, según Bravo, para que una energía sea considerada como sostenible debe cumplir con los dos principios de la taxonomía: que contribuya a mitigar el cambio climático y que no cause daños significativos a la salud pública ni a la naturaleza; requisitos que, asegura, incumplen las nucleares y el gas natural debido a las emisiones y residuos que provocan.
Por su parte, la ONG WWF emitió un comunicado en el que mostraba su preocupación con la propuesta de la Comisión Europea, calificándola de “compleja y controvertida”.
Mientras que desde SEO/BirdLife la consideran “totalmente inaceptable” porque “hace perder toda la credibilidad a Europa”.