Como sabemos, la agricultura es la base de la alimentación humana, pero también existe todo un ecosistema en el que participan el suelo, la fauna y los recursos hídricos destinados a ella, una activdad que, además de intentar ser rentable económicamente hablando, debe ser sostenible para nuestro planeta.
Una de las respuestas para impulsar el respeto por el medioambiente llega desde la agricultura ecológica, también llamada agroecología, iniciativa con la que se pretende producir suficiente alimento y resolver las necesidades económicas sin comprometer el futuro de las nuevas generaciones.
A través de una serie de prácticas, como la búsqueda de beneficios a largo plazo, la sostenibilidad de la Tierra y la apuesta por una mayor calidad de vida de trabajadores del campo, la agroecología pretende crear un eje que revolucione todo el sistema alimentario global.
Hasta la fecha, sobre esta práctica se han constituido un total de 13 principios socioambientales, entre los que se encuentran: reciclaje; reducción de insumos; salubridad de los suelos; bienestar animal; respeto por la biodiversidad; búsqueda de sinergias de ecología positiva; respeto a la independencia financiera de pequeños agricultores; creación de conocimiento; construcción de valores sociales; equidad; buen gobierno sobre los recursos naturales; y la participación.