De 1952 a 2019, Venezuela perdió el 98% de sus glaciares por culpa del cambio climático, y ahora, cinco años después, ha recibido el golpe fatal, toda vez que reportes indican que toda su superficie glaciar ya desapareció.
Y es que el último de ellos, el glaciar Humboldt, tenía sus horas contadas debido a las altas temperaturas registradas, las cuales se combinaron con la difícil situación política que vive aquel país sudamericano, pues la vigilancia de la región se complicaba a raíz de la escasez de gas y equipos, así como de los frecuentes apagones.
A pesar de que las autoridades venezolanas sí tomaron medidas para salvar dicha masa de hielo, colocando mantas térmicas gigantes sobre lo que quedaba de éste, desafortunadamente ya era muy tarde.
Como consuelo, diferentes especialistas concuerdan que pronto podría formarse un nuevo ecosistema en la misma zona donde yacía el glaciar Humboldt; sin embargo, lo anterior no implica que la vida logre adaptarse de manera inmediata a los cambios.