Los bajos niveles de hielo registrados el año pasado en la Antártida, los cuales establecieron varios récords, habrían sido “extremadamente improbables” sin la influencia del calentamiento global, afirmaron expertos del British Antarctic Survey.
A través de un estudio publicado en la revista Geophysical Research Letter, los autores revelaron que en el transcurso de 2023 el mar de hielo antártico registró niveles históricamente bajos, con 2 millones de kilómetros cuadrados menos de hielo que lo normal durante el invierno, cifra que se traduce a una superficie equivalente a diez veces el Reino Unido.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de expertos utilizó 18 modelos climáticos diferentes, a fin de entender la reducción del hielo y su posible conexión con los efectos del cambio climático.
“Aunque el cambio climático había hecho posible ese bajo nivel de hielo, este era de todas formas un fenómeno absolutamente excepcional”, señaló la autora principal del estudio, Rachel Diamond.
“Según los modelos analizados, esta extensión mínima del mar de hielo, que ha batido los récords, sería un evento que sucede en un año de cada 2000 sin el cambio climático. Lo anterior nos dice que lo sucedido fue muy extremo”, precisó.
Cabe mencionar que tras corroborar esa información, Diamond y el resto de involucrados decidieron investigar de qué manera se podría recuperar el mar de hielo después de haber retrocedido de manera importante. Sin embargo, se encontraron con otra mala noticia, pues luego de una pérdida similar no todo el hielo vuelve, incluso pasados más de 20 años.
“Los últimos años podrían marcar un cambio de régimen duradero en el océano Antártico, impactando sobre la meteorología local y global, y sobre los ecosistemas únicos del océano, entre ellos ballenas y pingüinos”, concluyó la especialista.