La aerolínea Air France logró volar un avión Airbus A350 propulsado con biocombustible en un trayecto de París a Montreal, mostrando la disposición de la aerolínea a adoptar energía de baja emisión, pese a la profunda división en la industria sobre su uso.
El vuelo 342 despegó del aeropuerto Charles de Gaulle con una mezcla de 16% de combustible de aviación sostenible (SAF) en sus depósitos, el cual ha sido producido en Francia a partir de aceite de cocina previamente utilizado.
Mediante un comunicado, la empresa europea afirmó que el viaje supuso una “ambición compartida para descarbonizar el transporte aéreo y desarrollar una cadena de suministro de SAF en territorio francés”.
Producido a partir de biomasa, el novedoso combustible para aviones tiene el potencial de reducir las emisiones de carbono, pero con un costo elevado en comparación con el precio del carburante tradicional.
Cabe mencionar que, a partir del año que viene, los vuelos que salgan de Francia deberán utilizar al menos un 1% de SAF, adelantándose a los objetivos de la Unión Europea de alcanzar un 2% para 2025 y un 5% para 2030.