Entre los años 1991 y 2018, más de un tercio de todas las muertes en las que el calor tuvo algo que ver pueden ser atribuidas al calentamiento global inducido por el hombre, afirma una reciente investigación por parte de la revista Nature Climate Change.
Dirigida por la London School of higiene & Tropical Medicine (LSHTM) en colaboración con la Universidad de Berna, en Suiza, la investigación utilizó datos de un total de 732 localidades de 43 países de todo el mundo, mostrando, por primera vez, datos de las consecuencias reales provocadas por el cambio climático y su aumento en los riesgos de mortalidad relacionadas al calor.
El estudio revela que el 37% de todas las muertes están conectadas con el aumento de la temperatura. Dicho porcentaje fue más alto en zonas como América Central, América del Sur (hasta el 76%) y en el Sudeste Asiático (entre el 48% y el 61%).
Los autores afirman que los resultados de la investigación son una prueba más de la clara necesidad de adoptar políticas de mitigación sólidas para reducir el calentamiento futuro, y de poner en marcha acciones para proteger a la población mundial de las consecuencias adversas al momento de exponerse al calor.
“La proporción de muertes relacionadas con el calor seguirá en aumento si no hacemos algo contra el cambio climático. Hasta ahora, la temperatura media mundial sólo ha aumentado alrededor de 1 grado centígrado, lo que representa una fracción de lo que podríamos afrontar si las emisiones siguen creciendo sin control”, explica la doctora Ana M. Vicedo-Cabrera, una de las principales autoras del estudio.
Algunos de los principales factores que han propiciado este aumento de temperatura son los incendios forestales y el clima extremos, así como algunos cambios en la propagación de enfermedades transmitidas por vectores.
Por último, los especialistas aseguran que las condiciones climáticas futuras predicen un aumento sustancial de las temperaturas medias y los fenómenos extremos, como las olas de calor, provocando un aumento de la carga sanitaria.