Cuando pensamos en Florida, Estados Unidos, se nos vienen a la mente sus increíbles playas y emblemáticas palmeras; pero, ¿y si éstas fueran reemplazadas lentamente por otros árboles? Bueno, pues eso podría suceder en un futuro no tan lejano, ya que las comunidades al sur del estado están tratando de salvar al mundo de la crisis climática.
De acuerdo con Penni Redford, gerente de Cambio Climático y Resiliencia de la ciudad de West Palm Beach, las palmeras no son capaces de absorber el dióxido de carbono (CO2) al mismo ritmo que los árboles nativos; además de que no brindan sombra y no refrescan las calles y las aceras.
Con los niveles de CO2 atmosférico más altos que nunca en al menos los últimos 800 mil años, según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en ingles), la Tierra debe eliminarlos y los humanos deben dejar de provocarlo.
En ese sentido, los científicos ya se encuentran trabajando en soluciones para capturar y contener de forma segura el carbono atmosférico. Una de las alternativas que más convence a los expertos es la del “secuestro terrestre de carbono”, que básicamente consiste en plantar árboles, ya que éstos son capaces de absorber carbono durante la fotosíntesis y lo almacenan durante toda su vida.
Sin embargo, las populares palmeras de Florida resultan las menos efectivas para esta labor, ya que la palmera promedio en el sur únicamente es capaz de absorber 2.2 kilogramos de CO2 por año.
Aunque es posible que las palmeras no sean buenas para el secuestro de carbono, cortarlas no es la respuesta. En cambio, los proyectos tanto en West Palm Beach como en Miami Beach, planean plantar árboles más capaces para manejar las condiciones climáticas cambiantes. Algunas opciones que se manejan son robles, caobas, pinos y cedros.
“Las palmeras, a pesar de ser una parte icónica del paisaje de Florida, han pasado de ser un adorno a un componente importante del bosque urbano del estado. Por eso, la mejor solución es ir reemplazándolas poco a poco por árboles que sean mejores para mitigar la crisis climática”, explica Redford.
“Nuestro plan es grandioso desde el punto de vista de la mitigación del carbono; no obstante, todavía tenemos que reducir las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, pero es alentador saber que algunas especies de árboles pueden adaptarse a mayores niveles de CO2”, concluye.