Este miércoles, el Parlamento Europeo aprobó que la Unión Europea (UE) abandone el Tratado de la Carta de la Energía, un acuerdo postsoviético cuyo objetivo es el de proteger las inversiones energéticas, el cual dicha comunidad ya considera alejado de sus metas climáticas actuales.
Con 560 votos a favor, 43 en contra y 27 abstenciones, la Eurocámara respaldó la presente decisión, tal y como lo propuso el Consejo de la UE, institución que representa a los estados miembros.
Cabe mencionar que para que el retiro tenga carácter oficial, sólo falta que el Consejo rubrique la decisión del Parlamento.
“Seguir formando parte del Tratado expone a la UE a un impacto adverso de un acuerdo no modificado, el cual no resulta compatible con nuestros objetivos climáticos actuales y con el principio de autonomía”, subrayó Kadri Simson, comisaria europea de Energía.
Entrado en vigor desde 1998, el Tratado de la Carta de la Energía en su momento fue firmado por 53 países y se diseñó para ofrecer garantías adicionales a los inversores en el área de la energía tras la caída del llamado bloque soviético.
Sin embargo, el pacto nunca ha sido actualizado, mientras que las políticas climáticas y de inversión de la UE sí. Por tal motivo, casi tres décadas después, numerosos países de esta comunidad entienden que ha quedado anticuado en relación a los objetivos establecidos en el Acuerdo de París de 2015 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático.
Entre las naciones que optaron por abandonar este pacto multilateral antes de negociar su modernización se encuentran Eslovenia: Luxemburgo; España; Francia; Países Bajos; Alemania; Polonia; Dinamarca; Portugal; Austria; y Bélgica.