Se trata de un espécimen que no ha podido estudiarse de manera amplia, dado que no se ha visto apenas. Su forma es a modo de bolsa de plástico, con una campana delgada, ancha y delicada que aparece cubierta por una red de canales interconectados. Su hábitat son las aguas profundas del Golfo de México y los océanos Índico y Austral.
Por otro lado, no tiene tentáculos punzantes como una medusa normal, sino esa campana delgada a modo de membrana abierta, la cual puede expandirse hasta cuatro pies de ancho y que usa para capturar a su presa.
Dentro de su cuerpo, los científicos observaron, como en otras Deepstaria, un isópodo rojo brillante alojado en el interior de su cuerpo. Los isópodos son un grupo de crustáceos peracáridos muy abundantes y con gran diversidad, pero cuando presenta ese color ojo, en realidad, estamos ante un isópodo pariente de las chinches.
La relación que hay entre ambos se desconoce por el momento, pero se cree que es posible que este isópodo se alimente de la comida de la medusa, así como usa su interior para esconder de sus depredadores. Por tanto, podría ser tanto una relación simbiótica como parasitaria.