Investigadores y ONG´s de varias partes del mundo consideran a la orina humana como una alternativa real a los fertilizantes químicos, para así reducir la contaminación ambiental.
Como sabemos, los fertilizantes nitrogenados de origen sintético impulsan en gran medida la producción agrícola; sin embargo, su uso en exceso contamina el medio ambiente. Aunado a ello, su precio ha ido a la alza debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, además de otros factores.
Al respecto, algunos expertos en el tema afirman que los fertilizantes pueden ser reemplazados con orina.
Tal es el caso de Fabien Esculier, ingeniero y coordinador del programa de investigación Ocapi (Optimización de los ciclos de carbono, nitrógeno y fósforo), en Francia, quien explica que, para crecer, las plantas necesitan nutrientes, nitrógeno, fósforo y potasio.
“Cuando comemos, ingerimos estos nutrientes antes de excretarlos, principalmente a través de la orina. Incluso, durante mucho tiempo, se utilizaron los excrementos urbanos en los campos agrícolas, antes de ser reemplazados por estos fertilizantes”, asegura.
De hecho, la recolección de orina en baños públicos ya fue experimentada en algunas ciudades ecológicas de Suecia a inicios de los años 90´s, y posteriormente esta idea fue replicada en otros países como Suiza y Alemania.
“Introducir innovaciones ecológicas de este tipo lleva tiempo, especialmente una innovación radical como lo es la separación de orina”, comenta Tove Larsen, investigadora de la Escuela Federal Suiza de Ciencia y Tecnología del Agua.
Hoy en día, la orina humana todavía lucha por imponerse como una alternativa a los fertilizantes sintéticos; pero los precios elevados y el deseo de muchos países por superar la crisis provocada por la guerra en Ucrania han hecho que este tema sea tomado con gran seriedad.