Durante más de diez días, frente a la ciudad más densamente poblada de Sri Lanka, un buque portacontenedores estuvo a fuego vivo. Lenta e irremediablemente, la embarcación poco a poco se fue hundiendo. Por si fuera poco, estaba llena de combustibles y químicos letales para la vida marina local, prueba de ello es que las aguas, antes de color esmeralda, se han tornado turbias y negras, provocando un desastre ecológico sin precedentes en aquel país asiático.
La emergencia estalló justo cuando la embarcación entraba al puerto de Colombo. Con ayuda de guardacostas locales y la compañía holandesa Smit, los esfuerzos para apagar el intenso fuego se extendieron durante varios días. Y es que factores como el mal tiempo y la distancia con la costa han dificultaron la labor. Finalmente, después de casi dos semanas, el siniestro cedió.
Como lo mencionamos al principio, este accidente implica un impacto ecológico catastrófico a largo plazo, sobre todo para la vida marina local. Bajo el nombre de MV X-Press Pearl, el buque derramó miles de litros de ácido nítrico, además de otras sustancias altamente tóxicas. De la misma manera, al menos 28 contendores de materias primas plásticas cayeron al fondo del mar.
Al momento, autoridades locales estiman que los desechos contaminantes ya han alcanzado alrededor de 80 kilómetros de litoral, hacia el oeste de Colombo. Tristemente, lo más seguro es que la contaminación marina a raíz de esta crisis se extienda aún más, según los expertos.