Después de años de tortura, los elefantes que paseaban turistas en el famoso complejo Angkor Wat ya no sufrirán más, por fin el país prohibirá esta práctica en el concurrido y popular templo religioso, en la ciudad de Siem Reap.
En 2016, un elefante colapsó y murió mientras transportaba a dos turistas al monumento, lo que provocó una indignación mundial.
Dos años después, una petición para terminar con estos paseos ganó más de 14 mil firmas en solo 48 horas después de que otro animal muriera agotado por el cruel trabajo.
El Comité del Grupo de Elefantes de Angkor anunció que el cambio llegará en 2020, cuando los animales sean transferidos a un centro de conservación.
Hay alrededor de 70 elefantes domesticados en Camboya, mientras que los expertos creen que hay alrededor de 500 en la naturaleza, incluyendo 110 que viven en el Santuario de Vida Silvestre Keo Seima y casi 200 en las Montañas Cardamomo.
El número de elefantes salvajes en Camboya y otros países del sudeste asiático ha disminuido debido a la caza ilegal, la destrucción de hábitats y el conflicto entre los animales y las personas.