Este martes, ambientalistas culparon al Ayuntamiento de Ciudad Juárez, Chihuahua, de contaminar el río Bravo, que comparten México y Estados Unidos, con al menos 7 arroyos de aguas negras.
Al respecto, Daniel Delgadillo Díaz, portavoz del Frente de Defensa de El Chamizal, señaló que los arroyos bajan de una zona habitada de la Sierra de Juárez, donde el drenaje es deficiente y casi inexistente.
Vale la pena recordar que como parte de un acuerdo internacional, cada año Estados Unidos entrega agua de riego a nuestro país desde las presas del Elefante y del Caballo, de Nuevo México, a través de unos 500 kilómetros del río Grande. Dicho líquido llega limpio a la frontera donde se unen Texas, Nuevo México y Chihuahua; sin embargo, en los primeros tres kilómetros del río Bravo “mexicano” queda contaminado con aguas negras.
“Son siete puntos de descarga de aguas negras del drenaje de la Junta Municipal de Aguas y Saneamiento. Es una situación muy grave, pues se ve claramente cómo viene el agua de color marrón de la presa de Estados Unidos y aquí se contamina con aguas negras”, advirtió Delgadillo.
Durante los últimos años, el ambientalista ha documentado las alcantarillas de donde brotan las aguas negras y se canalizan por arroyos que la ciudad acanaló para que corriera el agua de lluvias.
“Esas fugas se juntan y convierten en arroyos de aguas negras que se descargan hacia el río Bravo”, señaló.
“Está causando un daño al medioambiente. Hay mucha fauna, aves acuáticas y plantas, es un gran daño que se le ocasiona al ecosistema del sector”, concluyó.