La racha de dominio chino en trampolín llegó a su fin. Osmar Olvera, con sólo 21 años, logró una hazaña sin precedentes al obtener el oro mundial en Singapur, imponiéndose con 529.55 puntos en una final que tuvo emoción hasta el último salto.
Durante toda la competencia, el mexicano se mantuvo entre los punteros. Aunque descendió temporalmente al tercer lugar por pequeñas imprecisiones, los errores de los favoritos en la quinta ronda abrieron la puerta para que Olvera tomara el control.
Un impresionante cuádruple y medio adelante lo catapultó nuevamente a la cima. El salto fue calificado con 102.60 puntos, el más alto de la noche, lo que le permitió tomar ventaja sobre Yuan Cao, quien parecía encaminado al triunfo.
En su última participación, Olvera ejecutó con precisión un salto de alta complejidad, ampliando su ventaja y asegurando el primer lugar. El marcador final lo dejó por delante de Cao y Wang, quienes se quedaron con la plata y el bronce respectivamente.
Olvera, que ya había saboreado la gloria con preseas menores, finalmente rompió la barrera. Su perseverancia lo llevó a lo más alto, confirmando su estatus como una de las grandes figuras del clavado internacional.