Un estudio realizado por una universidad israelí reveló hoy que tocar a un pequeño robot japonés mullido y con forma de foca reduce el dolor y aumenta la felicidad. Para sorpresa de los científicos la investigación también demostró que el contacto con el peluche reduce los niveles de oxitocina, la “hormona del amor”.
El equipo investigador identificó también que los participantes en el estudio experimentaron una mayor reducción del dolor cuando tocaron al robot, que cuando simplemente estuvieron en la misma habitación que el.
Now to take you around some of our #CWInnovation projects! @ParoRobot responds to sounds and can learn names, including its own, enabling the benefits of #animaltherapy to be administered to patients in hospital, particularly those with dementia #MakeaDifference pic.twitter.com/XYJB7pWirt
— CW+ (@cwpluscharity) September 25, 2019
Sin embargo, el descubrimiento que más llamó la atención de los científicos fue que quienes interactuaron con PARO registraron menores niveles de oxitocina que aquellos que no tuvieron contacto con él.
Según los investigadores, los niveles altos de oxitocina suelen asociarse al contacto de los niños con sus madres o entre parejas, de ahí su nombre, “hormona del amor”, aunque resaltaron que estudios recientes demostraron también que la producción de esta hormona puede ser un indicador de estrés.
El robot PARO, de tamaño pequeño, con forma de peluche y de color blanco, produce sonidos similares a los de una foca y mueve su cabeza y aletas cuando lo tocas o le hablas.