Este 30 de julio, la NASA enviará a Marte uno de sus robots más sofisticados. Se trata de un rover explorador de seis ruedas bautizado como “Perseverance”. Su objetivo es el de hallar evidencias de que, hace aproximadamente 3 500 millones de años, auténticos microbios poblaron sus ríos.
Se tiene contemplado que este viaje interplanetario dure poco más de seis meses, y si el robot aterriza ileso, comenzará una exploración científica de varios años para recolectar y acondicionar decenas de muestras de rocas, las cuales serán recuperadas por un futuro robot para, posteriormente, ser transportadas a la Tierra en el año 2031.
Entre las muestras recabadas por Perseverance, los científicos de la NASA esperan hallar fragmentos de fósiles de bacterias u otros microbios, y así confirmar que existió vida en el llamado planeta rojo.
Persevarance tomará el relevo de los cuatro rovers estadounidenses que desde finales de la década de 1990, con la ayuda de satélites y robots fijos, transformaron el conocimiento general que tenemos en la actualidad de Marte, al demostrar que este planeta no siempre estuvo seco ni frío como ahora.
A pesar de la pandemia del coronavirus, la agencia estadounidense no ha parado de trabajar; por tal razón, el calendario para esta misión no sufrió modificación alguna. Se estima que para hacer posible este viaje, la NASA ha invertido un total de 2 700 millones de dólares.