Una extraña marca en la luna de Júpiter podría delatar agua oculta bajo el hielo
Aunque las imágenes datan de finales de los años noventa, los científicos recién ahora están logrando explicar cómo pudo haberse formado
Aunque las imágenes datan de finales de los años noventa, los científicos recién ahora están logrando explicar cómo pudo haberse formado
A través de un informe publicado por la NASA, se señala que los minerales y compuestos se encontraron sobre la luna Ganímedes del planeta. Estos datos fueron recopilados por el espectrómetro de Javian InfraRed Auroral Mapper (JIRAM) de la agencia espacial de los Estados Unidos.
Un equipo de investigadores se dio cuenta de que hay una corriente en chorro de alta velocidad en el planeta que tiene más de 3.000 millas (4.800 kilómetros) de ancho y viaja a unas 320 mph (515 kph). Esto es algo que nunca se había visto antes.
El JWST y su instrumento de infrarrojo cercano identificaron dióxido de carbono cristalino en la región Tara Regio de ‘Europa’, una ubicación particular y accidentada compuesta por materiales que han emergido recientemente a la superficie.
La misión Juice tiene como objetivo llegar a Júpiter y a sus satélites Calisto, Europa y Ganímedes, para estudiar si reúnen condiciones de habitabilidad
A través de pequeños cuerpos procedentes del sistema solar exterior, el agua podría haber llegado a la Tierra, aún en crecimiento, en forma de asteroides, ya que los componentes básicos de los planetas del sistema solar interior tendían a ser áridos, agregó.
Esta cifra es superior a la de cualquier otro planeta de nuestro sistema solar. Saturno, que solía ser el líder, le sigue de cerca con 83 lunas confirmadas.
Sorprendentemente, los científicos encontraron más puntos volcánicos en la región polar que en la región ecuatorial del Júpiter, dijo Bolton.
Desde el punto de vista de la superficie de la Tierra, la oposición ocurre cuando un objeto celeste sale por el este mientras el Sol se pone por el oeste, colocando ese cuerpo y al astro en lados opuestos de la Tierra.
Los expertos afirman que la superficie de la Tierra es habitable para múltiples formas de vida conocidas cuando se encuentra a entre cero y 100 grados centígrados.