No es un montaje ni una leyenda urbana, hay una estauilla en la Luna. En este mismo instante, si estuviéramos allí, podríamos encontrar una escultura de aluminio de un astronauta con un bonito mensaje a su lado.
Llamada El astronauta caído, fue colocada allí por el comandante del Apolo 15, David Scott, el 1 de agosto de 1971 para conmemorar a todas las personas que murieron avanzando en la exploración espacial. La pequeña figura se encuentra junto a una placa que enumera a los 14 astronautas y cosmonautas que habían muerto hasta la fecha.
Este monumento tiene solo 8,5 centímetros de altura y aunque su misión es honrar el sacrificio y la entrega de los valientes exploradores del universo, la pequeña escultura ha ido acompañada de una gran controversia desde que alunizó.
Fue diseñada por Paul van Hoeydonck, un artista belga cuyo trabajo en ese momento estaba en la Galería Waddell de Nueva York. Aparentemente, la idea fue de la directora de la galería, Louise Tolliver Deutschman, que quería llevar el arte al espacio.
El proyecto se realizó en secreto, y no fue hasta que el Apolo 15 había aterrizado a salvo en la Tierra cuando se reveló la existencia de la escultura.
Pero Van Hoeydonck afirmó que no sabía que la estatua se usaría para conmemorar a los astronautas, que no aprobaba el nombre de El astronauta caído y que ni siquiera pretendía que la estatua se dejara tirada.
Y en lugar de ser "más grande que Picasso" como él mismo esperaba, Van Hoeydonck no fue identificado como el artista. Por otro lado, Scott fue objeto de un escrutinio por parte del Congreso después de que El astronauta caído se asociara con haberse aprovechado del programa espacial.
A pesar de todo esto, la estatua y su mensaje son increíblemente hermosos y casi 50 años después, El astronauta caído nos observa impasible a una distancia de 384.000 kilómetros.
Fuente: Slate