El otate es un tipo de bambú nativo de México que se utiliza, desde la época prehispánica, para la construcción de hogares y para la elaboración de artesanías. La palabra "otate" deriva de la voz náhuatl otatli, equivalente a caña dura, u ótatl, caña maciza.
Estos bambúes pertenecen a la familia botánicas de las gramíneas, pero son distintas de la mayoría de las especies porque son plantas grandes y robustas.
El otate es leñoso y espinoso, aunque sin espinas. Sus tallos muestran grandes vainas de color pardo que los envuelven y llegan a alcanzar hasta 25 centímetros de largo y 20 de ancho, cubiertos siempre de un pelo fino y rígido. En México, existen varios tipos de bambúes, y en la región de Veracruz, en sus caminos y carreteras, se pueden encontrar dos: la chusquea y el otate.
El otate es una de las especies más usadas en las poblaciones rurales de México, ya que con sus tallos se hace el bajareque (una mezcla de tallos con lodo y zacate) con el que se construyen las paredes de viviendas tradicionales.
Se dice que el otate florea cada siete años y después la planta se seca; por eso, los campesinos se previenen cortando grandes cantidades para después guardarlo y usarlo cuando sea necesario.
¿En qué regiones de México se puede encontrar el otate?
Se puede hallar otate en los estados de Sinaloa, Tamaulipas, Hidalgo, San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Morelos, Oaxaca, Tabasco y Chiapas.