¿Cuántas veces has querido recordar algo que se te ha dicho en la escuela o en el trabajo y, luego ya ni recuerdas que fue? ¿Será porque tenemos una memoria de “teflón”?
Estudios realizados a un grupo de universitarios franceses revelaron que el ruido que existe a nuestro alrededor afecta a nuestra memoria. La prueba consistía en que ellos pudieran recordar nueve números mientras oían diferentes ruidos. ¿Cuál fue el ruido que más distrajo al cerebro?
Se descubrió que el ruido de personas hablando es la que más afecta la memoria, aún cuando éstas hablen en un volumen bajo (murmurando) o sea en un idioma que desconocemos.
El investigador británico Alan Baddeley, explicó que la memoria está enlazada al lenguaje hablado, así que el cerebro está más atento al sonido de alguien hablando que al ruido de un carro o al ladrido de un perro, pero si al mismo tiempo oye a otra persona hablando o cantando, entonces el cerebro comenzara a prestar atención a ambas voces, lo que limitara el proceso de recordar las cosas.
Así que tal vez no recordemos las cosas no porque tengamos memoria de “teflón”, sino porque nuestro oídos están atentos al sonido de otra persona hablando.